"Las rosas caen, las espinas permanecen" Proverbio.

Símbolo del final de la Guerra de los Cien Años, la Rosa Tudor representa la paz después de una larga y difícil lucha. Nos recuerda que debemos aceptar nuestras heridas y los obstáculos de la vida, ya que estos desafíos nos mantienen alejados de nosotros mismos. Una fragancia que libera de los artificios fugaces y revela pura belleza. Pétalos arrastrados por el viento otoñal, un revoltijo de arbustos, madera, raíces y tierra. Una metáfora que no es más que una celebración de la vida en su forma simple y esencial.

Notas profundas, enigmáticas y penetrantes que terminan en un acuerdo dulce y ámbar. 

TUDOR es el sexto y último perfume de la colección. Es el último paso del viaje, el más exigente: uno que nos lleva dentro de nosotros mismos.

Cabeza: palisandro, geranio, lirio de los valles.

Corazón: madera ámbar, bencomino, tierra.

Base: palisandro, benzoína, labdanum, ambergris, vainilla de madagascar.